Por Carolina Cabello
El Auditorio Alfredo Guillermo Bravo es un espacio público del cerro Cordillera que a lo largo de los últimos 70 años ha visto pasar a numerosos deportistas, artistas, vecinos y vecinas que le han dado vida y sentido a su existencia para el desarrollo de la vida en comunidad
Este auditorio fue fundado en tiempos de don Leonidas Leyton en el año 1950 con el objetivo de culturizar y ser una escuela de civismo (cultura cívica que hoy es tan necesaria en nuestra sociedad) para la comunidad del cerro Cordillera, que en ese entonces era uno de los barrios más altos y estigmatizados de Valparaíso. Gracias a la donación realizada por don Alfredo Guillermo Bravo y al trabajo de emblemáticos administradores como don Hernán Madariaga el Auditorio se fue poco a poco configurando como un recinto acogedor, de una belleza esplendida, rodeado de centenarios árboles que fueron testigos del crecimiento y la urbanización del cerro Cordillera.
En la cancha de tierra han corrido miles de balones y son cientos las historias que los cordilleranos podrían contar una y otra vez, con detalles imborrables y que forman parte de una memoria deportiva amateur que es colectiva. El recinto también fue testigo de un auge cultural, siendo numerosos los artistas que presentaban a la comunidad sus talentos, escenario de desfiles, cantos, bailes, eventos para niños y tantas actividades que hermoseaban y llenaban de color los tiempos pasados.
Destacan las décadas del 50 y 60, años en los cuales cerca de una veintena de clubes de deporte amateur eran los encargados de dar vida y sustento a este espacio público que poco a poco fue ganándose un lugar dentro de la comunidad cordillerana. Entre la cancha de fútbol, la cancha de basketball y la concha acústica ocurrieron mil historias que es necesario recuperar y colocar en valor para enfrentar los desafíos futuros del cerro Cordillera y del emblemático recinto.
Algunas historias que hemos descubierto y que hoy nos parecen de ensueño son por ejemplo que en el Auditorio se practicó atletismo, béisbol, hockey, basketball, modelismo naval, o que se realizaron actividades culturales como el mítico cine bajo las estrellas, festivales de canto y música en donde incluso la banda más popular de aquellos años, Los Ramblers, vino a tocar a nuestro mismo cerro. Otras actividades más increíbles fueron las desarrolladas por el Centro Astronómico del Auditorio Alfredo Guillermo Bravo, que acercaban a los vecinos y vecinas del cerro a los misterios de la astronomía y la astronáutica. Realmente Increíble, no?. Y, así como estas, ¿cuántas historias más que desconocemos deben existir de nuestro cerro?
A lo largo de las décadas y producto del brutal golpe social que nos dejó la Dictadura Militar al romper lo más valioso que teníamos como comunidad, nuestro lazo social, el Auditorio fue resistiendo a los embates del individualismo y la mercantilización de todo lo social, centrando su actividad en desarrollar lo que era más popular: la práctica del fútbol amateur. Gracias al trabajo de decenas de dirigentes y administradores que han pasado por el recinto, quienes trabajando con voluntad y esfuerzo individual, se ha logrado mantener el espacio como el gran recinto deportivo del cerro Cordillera.
Sin embargo, con el correr de los años muchos clubes fueron desapareciendo, perdiendo jugadores, dirigentes, voluntarios, lo cual sumado a las deudas y la limitada infraestructura, provocaron, entre otras cuestiones, que la Asociación de fútbol Alfredo Guillermo Bravo fuera desafiliada el año 2011 de la ANFA, Asociación Nacional de Fútbol Amateur, por no cumplir ciertos requisitos mínimos como la cantidad de clubes afiliados y las medidas reglamentarias oficiales de la cancha.
Posterior a esta desafiliación, el Auditorio continúo funcionando gracias a la labor de los funcionarios municipales y los pocos dirigentes que con amor y pasión han logrado mantenerlo activo hasta el día de hoy. No obstante a esta labor, la cancha presenta numerosos problemas estructurales y funcionales que dificultan realizar una correcta, tranquila y sana práctica deportiva. Hoy son visibles problemas con el alumbrado e iluminación, el alambrado, la accesibilidad, los muros de contención, la infraestructura de los baños, el alcantarillado y sistema de aguas residuales.
Adicionalmente, existen dificultades en los alrededores de la cancha, los cuales debido a la falta de iluminación y accesibilidad han posibilitado que estos espacios se configuren como focos de drogadicción y alcoholismo. Estos problemas se extienden al sector trasero del recinto, en donde es posible encontrar infraestructura abandonada que antiguamente correspondía a la casa del administrador del Auditorio, hoy convertida en foco de infecciones y basura, espacios que piden a gritos un cuidado y prevención. Este espacio pegado a la quebrada es rico en flora nativa y se perfila como un ambiente propicio para impulsar desarrollo medioambiental y ofrecer un pulmón verde para el cerro Cordillera.
Las canchas, auditorios y estadios de Valparaíso esparcidos por los cerros en su gran mayoría ya se encuentran remodelados y adaptados a las condiciones del fútbol amateur actual. Sin embargo y a pesar de que aún se utiliza como espacio de competición, el recinto cordillerano no ha corrido la misma suerte, siendo actualmente su remodelación una urgencia para los clubes, ligas y deportistas del cerro.
Dado este contexto parece evidente que el mejoramiento de la cancha de fútbol y el Auditorio Guillermo Bravo, sea una urgencia para nuestro cerro Cordillera. Se espera que con su recuperación y mejoramiento se pueda reactivar la vida social y deportiva con la que crecieron las generaciones más antiguas de nuestro barrio y ofrecer un Auditorium que satisfaga las necesidades deportivas, culturales y medioambientales de los vecinos y vecinas en el presente y el futuro.
Este 2018, la Red Cordillerana, espacio de encuentro, dialogo y trabajo de distintas organizaciones territoriales, deportivas, culturales y medioambientales del Cerro Cordillera que busca la recuperación y el mejoramientos de los espacios públicos del cerro, además de dar solución colectiva y organizada a nuestras necesidades como vecinos y vecinas de un mismo territorio, en conjunto con la Alcaldía Ciudadana se han puesto el overol y han comenzado un trabajo de rescate y mejoramiento del histórico recinto deportivo para la comunidad.
A las iniciales jornadas de limpieza, se suma este sábado 25 de agosto una de Participación Masiva en donde se invita a toda la comunidad a soñar y codiseñar el Auditorium para los próximos años. La instancia está dividida en espacios de trabajo, en donde se permita rescatar y evidenciar las historias y memorias del pasado (se invita a la comunidad a llevar sus registros y fotografías), para colocarlas en diálogo con el presente y el futuro, para así pensar no sólo cómo nos gustaría que fuera el Auditorium, sino que también, cómo nos gustaría que vuelva a ser.
La oportunidad de mejorar y recuperar el Auditorio Guillermo Bravo es histórica y necesita de la participación de todos quienes alguna vez jugaron en su cancha, corrieron por sus rincones, enfrentaron al público en la concha acústica o que pasaron en la micro B o en la O viendo cómo con el correr de los años el espacio se fue deteriorando.
Esta es una invitación a soñar juntos, a que pensemos más allá de nuestras casas y dimensionemos lo importante que es para la vida en comunidad espacios públicos de calidad y que respondan a las exigencias de los nuevos tiempos.