CULMINA REPOSICIÓN DE LA CUBIERTA DEL TECHO DE LA EX CAPILLA SANTA ANA
Terminada de construir en el año 1882, la Capilla Santa Ana se integra en la misma manzana con la Población Obrera de La Unión que fue construida en el año 1896 y rehabilitada a fines de la década del 2010 a través de un ejemplar proceso de participación y gestión ciudadana, trabajo colaborativo estatal y de cooperación internacional.
En la misma manzana, y contiguo a la Capilla, se emplaza un ex convento católico del año 1920, el cual también se encuentra en proceso de rehabilitación como infraestructura cultural, albergando actualmente los talleres, salas y oficinas de la Corporación de Desarrollo Cultural y Social Capilla Santa Ana. Así, la manzana completa da cuenta de un patrimonio material e inmaterial de uno de los cerros fundacionales de la ciudad.
Para fines de este año 2022 está presupuestado que finalicen los trabajos de reposición de la cubierta y reconstrucción de la estructura del techo de la ex Capilla Santa Ana de cerro Cordillera en el marco de la última etapa en la consolidación estructural del edificio, siendo esta la quinta en ejecutarse.
La iniciativa, financiada por el Fondo del Patrimonio Cultural por un monto de $79.998.103 y por una subvención de la municipalidad de Valparaíso con un importe de $16.785.985 totalizando una suma de inversión de $96.784.088, representa la culminación del proceso de consolidación estructural del inmueble. Dicho proceso se inició en 2015 y se ha llevado a cabo a partir de cuatro etapas anteriores (una etapa por cada uno de sus muros perimetrales), siendo esta quinta y última etapa la correspondiente a la intervención de su estructura de cubierta.
Con esta etapa final, se viene a dar solución a la última problemática estructural del inmueble, asegurando por tanto su estabilidad y con ello su permanencia en el tiempo.
El proyecto consideró 4 puntos a desarrollar: la elaboración de coronación del muro perimetral poniente, la restauración de elementos estructurales de madera de la cubierta, la instalación de sello hídrico y la elaboración e instalación de la cubierta.
Más de cien años de historia y deterioro
El edificio desde su construcción en 1882 ha estado expuesto a una serie de fenómenos naturales, principalmente sismos (1906, 1971, 1985 y 2010) como también el ingreso de agua, humedad y agentes bióticos. Todo ello afectó su estructura llegando al colapso de su muro testero el año 2013.
Desde ese momento, el inmueble ha sido intervenido dentro de un proceso de consolidación estructural de sus cuatro muros perimetrales y longitudinales. A partir de dicho proceso de consolidación, el inmueble ha llegado a un nivel que permite catalogarlo como un edificio estructuralmente sano.
Si bien se han consolidado sus cuatro muros perimetrales, la función estructural que cumple la cubierta juega un papel central por cuanto permite un trabajo mancomunado de los muros, reduciendo su movimiento, logrando un nivel seguro ante eventualidades sísmicas.
Adicionalmente, la estructura de techumbre ofrecerá una cubierta impermeable altamente eficaz para impedir la hidratación de los muros por humedad proveniente de agua lluvia, así como garantizará una eficiente aislación térmica.
“La principal amenaza que enfrentaba el inmueble eran los daños que presenta la estructura de cubierta. El estado de esta estructura ponía en riesgo el proceso de consolidación estructural que se ha venido realizando como también el funcionamiento óptimo del sistema constructivo del inmueble” subrayó Christian Amarales, encargado del área infraestructura del Espacio Comunitario Santa Ana.
La ex capilla
La materialización de la Vice Parroquia Santa Ana en el año 1882 es una manifestación de arquitectura religiosa esencial.
Su espacialidad interior se conforma de tres naves de estructura y terminaciones en madera. Las tres naves se encuentran delimitadas por columnas y tímpanos de madera que seccionan el recorrido. El criterio estructural que se utilizó en su construcción es en base a muros de albañilería de adobe macizo de gran espesor.
Complementariamente a estos valores y atributos arquitectónicos, el inmueble posee una serie de otros atributos y valores desde lo simbólico o inmaterial que merecen ser señalados. Por ejemplo, su data de construcción coincide con una de las épocas de mayor pujanza de Valparaíso y por lo mismo, de una época que marcó su devenir para ser la ciudad tal y como hoy la conocemos. Así, el inmueble ha sido testigo del auge de la ciudad, pero también de su paulatino deterioro.