Cuando la unión hace la fuerza: La organización de las cooperativas ( I parte)

Las manos saludandose son uno de los símbolos de cooperación que ha perdurado a través de siglos.

 

En un tiempo donde urge la necesidad de levantar distintas propuestas ante el orden establecido, algunas viejas ideas se van actualizando, intentando recuperar herencias basadas en la organización del bien común. Una de aquellas prácticas es el cooperativismo.

La palabra cooperativa viene del latín y significa “Que puede trabajar conjunto a otros”. Como organización, se trata de un grupo de personas, naturales o jurídicas, que se unen para dar solución a una necesidad colectiva, siendo parte de los beneficios de esta asociación por partes iguales, en la medida de sus intereses. Uno de sus pilares es la horizontalidad de sus partes, haciendo frente de forma colaborativa, a las lógicas empresariales que predisponen una jerarquía y acumulación de recursos violenta. Buscar el origen de las palabras nos lleva comprender de otra manera el lenguaje y el impacto que significan para construir o destruir nuestra realidad, comunicando y llevando a la práctica conceptos que permiten unirnos, mientras que otros llevan al individualismo.

 

Cooperativa de Trabajo Renacer Patrimonial

 

Hace un tiempo es común encontrar en los medios locales noticias sobre el regreso de las organizaciones cooperativistas. Específicamente, los alcances e intenciones del municipio de Valparaíso respecto su formación. Titulares como Cooperativa de trabajadores se adjudica licitación para hacerse cargo del aseo en Valparaíso” o Presentan a socios de Cooperativa Renacer Patrimonial que realizará aseo en Valparaíso”, fueron los primeros indicios de una temática que no ha tenido la relevancia que corresponde de manera noticiosa, incurriendo en enunciados que poco explican el trasfondo de esta forma de organización. Con esto quiero decir que, dentro del modelo laboral actual, constituido al servicio de la explotación apatronada y malas prácticas, estas últimas, referidas a la vulnerabilidad de quienes constituyen la fuerza de los diversos oficios o labores, es de suma importancia dar a conocer alternativas silenciadas por el paso del tiempo.

Giros importantes respecto al trabajo se han venido planteando en la región y el resurgimiento de las cooperativas como una propuesta política de la alcaldía, tiene relación con esta temática, ¿Por qué y cómo se ha ido gestando este interés? ¿Existe divulgación efectiva en base a este tipo de organizaciones? ¿Que se pretende en el mediano y largo plazo a raíz del ejemplo municipal? ¿Fue la cooperativa constituida con el conocimiento apropiado de todas sus partes?

En su edición del día 19 de marzo del 2018, el Mercurio de Valparaíso, llevó la notaAnálisis a la primera cooperativa de trabajadores municipales de Valparaíso”, donde se desprenden críticas y se reafirma la idea de una propuesta política a mando de Jorge Sharp, quien reafirmaría que se trata de una forma de organización que remonta a los orígenes de la ciudad.  Más que eso, no se ha explicado el trasfondo y la resistencia territorial que implica.

Las cooperativas en el año 2016 fueron nombradas patrimonio inmaterial de la Humanidad.

 

¿Por qué el cooperativismo reaparecía como protagonista después de tantos años en marginado del discurso mediático? ¿Es acaso una respuesta ante un sistema laboral precario que sucumbe?  El año 2016, La Organización de Las Naciones Unidas, Unesco, reconoció a las cooperativas como parte un bien cultural inmaterial, definiéndolas como “una asociación de voluntarios que suministra servicios de índole económica, social o cultural a sus miembros con vistas a mejorar su nivel de vida, resolver problemas comunes y propiciar cambios positivos. Basadas en el principio de subsidiariedad, que parte de la base de que la responsabilidad personal está por encima de la acción del Estado, las cooperativas permiten crear comunidades gracias a los intereses y valores compartidos por sus miembros, a fin de aplicar soluciones innovadoras a problemas muy diversos de la sociedad: desde la creación de empleo y la ayuda a las personas mayores, hasta la revitalización urbana y la ejecución de proyectos de energías renovables”.

 

Valparaíso: Ciudad con Historia de colaboración

Las cooperativas son una forma de organización y reacción que surge de la revolución industrial, con el fin de resguardar intereses de forma colectiva de los trabajadores. Basta indagar un poco, para comprender el impacto que generan las condiciones laborales en la vida de los seres humanos dentro de diversas épocas. Pero a pesar del tiempo transcurrido y los cambios culturales, la dignidad humana se ha buscado por medio de criterios colectivos y sus demandas. Siguiendo la misma línea de preocupación, una de los intereses en esta materia lo indican las cifras arrojadas el año 2017 por El Instituto Nacional de Estadísticas. Según sus datos, la  región de Valparaíso tiene una fuerza de trabajo cercana a los 890 mil personas, de las cuales 74 mil se encuentran desempleadas. Alcanzando un nivel de cesantía preocupante y el más alto dentro de los último cinco años. ¿Cómo podemos combatir esta especie de permanente derrota laboral? ¿Cómo organizar a aquellos/llas que desempleados/das y desesperados/das terminan apostando sus vidas a condiciones deplorables? ¿Cómo organizar nuestro tiempo, vida y trabajo? Respuestas que bajo las lógicas de un capitalismo salvaje no parecen importar.

 

En la Unidad de Estudios del Ministerio de Economía (2014), “Destaca el hecho que las cooperativas nacen como una asociación voluntaria de personas, que se unen para trabajar con el fin de lograr beneficios para todos sus integrantes y para la comunidad en la que viven. Desde el punto de vista económico, la asociatividad inherente a las cooperativas, permite la reducción de los costos de transacción, el aprovechamiento de las economías de escala y el mejoramiento de sus capacidades de negociación en los mercados de insumos, productos y servicios. Por lo tanto, permiten que unidades pequeñas puedan insertarse en el mercado más eficientemente. Asimismo, las cooperativas, como toda actividad asociativa, pueden desarrollarse en la medida que exista confianza social, que a su vez promueve la ayuda mutua, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad. De ahí que las cooperativas, al promover la cooperación y el trabajo colectivo, sean parte importante de la economía social de los países y, por lo tanto, cumplan con un carácter social sólo por su figura”.

 

El movimiento cooperativo nace en nuestro país, al igual que en la mayoría de Latinoamérica, como una manifestación del movimiento obrero o sindical, siendo una respuesta ante la precarización del sistema. En el año 1887, se crearon en Valparaíso dos cooperativas, “La Esmeralda” y “La Valparaíso”, a partir de la Sociedad de Socorros Mutuos de la Unión de Tipógrafos, institución creada en 1853 por el movimiento obrero. De allí la impronta y tradición de la ciudad puerto como foco de organización y demandas colectivas. De aquella nostalgia que parece urgir para mejorar las condiciones de vida en el territorio, asumiendo la importancia de despojarse de las individualidades, es que el movimiento cooperativista anuncie nuevamente su llegada. En su sencilla descripción, una cooperativa es una organización de personas naturales o jurídicas que se reúnen con el fin de satisfacer una problemática en el ámbito que sea, las hay de agua, de ahorro y crédito, de trabajo, de consumo, entre otros. En definitiva, son grupos de trabajo donde la finalidad es solucionar de manera colectiva el área de interés.  

 

Según el informe “Entidades de Economía Social”, 2017. En Valparaíso existen 391 cooperativas, las cuales hacen un número de 108.677 socios. Actualmente, existen: Agrícola 1; Agropecuaria 23; Campesina 43; Consumo 17; Extractivas y Mineras 17; Producción y trabajo 51; Servicios 236:  Tipos federativos e institutos auxiliares 3. Servicios representan un 60, 4%, aquí integran servicio de agua potable, cooperativas de ahorro y crédito, entre otras.

 

Principios cooperativistas

La Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale (cuyo nombre original en inglés era Rochdale Equitable Pioneers Society) fundada en 1844 en Rochdale, Inglaterra, fue una cooperativa de consumo, y la primera en distribuir entre sus socios los excedentes generados por la actividad, formando las bases del movimiento cooperativo moderno.

 

En Bruselas se encuentra la sede de la International Co-operative Alliance (ICA), la cual tiene la labor, desde su creación en 1895, en unir a las diversas cooperativas del mundo, formar alianzas y difundir las prácticas cooperativistas. Desde allí nace la Declaración Sobre la Identidad Cooperativista, regida por los valores de autogestión, autoresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Según sus fundadores, los miembros de las cooperativas se inspiran en la honestidad, apertura, responsabilidades y cuidado a los demás. Esta forma de construir cooperativas, es la que se extiende por el mundo.

 

“Por todas estas razones, no es de extrañar que los más variados países valoren y promuevan este tipo de organizaciones. De acuerdo a la ICA, más de mil millones de personas en el mundo están asociadas a alguna cooperativa ya sea como miembros/clientes o empleados/participantes, y éstas generan más de 100 millones de empleos . Por ejemplo, en Japón, 1 de cada 3 familias es parte de una cooperativa; en Alemania y Estados Unidos esta proporción es 1 de cada 4, en Canadá 4 de cada 10 y en Singapur 1 de cada 2”. (Unidad de Estudios del Ministerio de Economía; 2014).

 

Según la International Co-operative Alliance (ICA), los principios de las cooperativas son:

Los dos pinos representan la vida, al ser dos simbolizan la hermandad, la unión, la solidaridad y la necesidad de un trabajo conjunto. Fue por eso que el movimiento los adoptó como símbolo oficial, luego de su creación en el año 1920, siendo en la actualidad estandarte más representativo del cooperativismo. Los dos pinos significan que se necesita más de uno para que exista cooperación.

 

1- Membresía abierta y voluntaria: las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas a todas las personas que deseen asociarse y estén dispuestas aceptar las responsabilidades de ser asociado.

  1. Control democrático de los miembros: todos los miembros participan activamente en la toma de decisiones, y los representantes elegidos deben responder ante los miembros. 3. Participación económica de los miembros: los asociados contribuyen equitativamente al capital de sus cooperativas y a su vez, todos sus asociados, obtienen los excedentes que resultan del ejercicio económico del año.
  2. Autonomía e independencia: son autónomas, se autoayudan y son controladas por sus miembros. Si por ejemplo, llegaran a cerrar acuerdos con otras organizaciones, incluyendo el Estado o simplemente incrementar el capital con fuentes externas, lo harán en términos que aseguren el control democrático de los miembros y la mantención cooperativa autónoma.
  3. Educación, entrenamiento e información: proveen educación y entrenamiento a sus miembros, administradores, empleados, etc., para que éstos puedan contribuir adecuadamente al desarrollo la cooperativa. Adicionalmente, informan al público en general sobre la naturaleza y principios del cooperativismo.
  4. Cooperación entre cooperativas: son capaces de ofrecer mejores resultados a sus miembros a través del fortalecimiento del movimiento cooperativo. Esto se logra a través del trabajo conjunto de las cooperativas a nivel local, nacional, regional e internacional.
  5. Compromiso por la comunidad: al mismo tiempo que se centran en las necesidades y los deseos de los asociados, las cooperativas trabajan para conseguir el desarrollo sostenible de sus comunidades. Y como los excedentes se reparten entre los miembros, éstos quedan en las mismas comunidades.

 


*Esta nota forma parte de una serie de textos sobre cooperativas, que el Área de Comunicaciones de Espacio Santa Ana, irá desarrollando y publicando durante el año.

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